Recuerdo muy claramente que durante mis años de colegio, siempre estaba pensando en qué serÃa lo que estudiarÃa en la universidad luego de que me graduara.
Siempre tuve un gusto particular por los números, aunque en algunas materias como geometrÃa o trigonometrÃa no se me daban bien. Pero matemáticas era un caso diferente.
Algo extraño.
Sin embargo, también estaba seguro de que mi gusto por los videojuegos, por los comics, el anime, y en general, cualquier cosa que tuviera que ver con arte y diseño, me gustaba con las misma ganas.
En particular, los juegos Age of Empire II, Warcraft III y The Lord of The Rings: The Return of the Kings, aportaron en mucha medida ese interés por entender como funcionaba lo que tenÃa frente al monitor o la pantalla.
De todas maneras, se acercaba la hora de elegir. Aunque la vida me la puso “sencilla” y me redujo las opciones, como dirÃamos coloquialmente, “un poco bastante”.
La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño.
Al momento de elegir mi carrera, no tuve otra opción que elegir el camino de la economÃa. No por un tema personal, más bien un tema familiar. Sin embargo, como siempre me han gustado los números, la economÃa no me disgustaba para nada.
Ya dentro de la universidad, siempre recordaba que en sexto curso me habÃa prometido que no dejarÃa que la pasión por los números y todo lo relacionado con el diseño se apagaran.
Es por ello que nada más empezar la carrera universitaria, con estudios formales y toda la cuestión, a la par empezarÃan mi estudios empÃricos de lo que serÃa mi carrera informal en diseño web.
Hoy en dÃa, luego de haber completado una especialidad superior en finanzas y egresar de una maestrÃa en gestion financiera y administración de riesgos financieros, también he cursado mis estudios empÃricos en la creación de sitios web con WordPress, y mis estudios básicos-intermedios en HTML y CSS.
Vivir las dos mentes no ha sido nada fácil, pues la necesidad de la una en ocasiones se interpone con la de la otra, pero en muchas otras ocasiones, ambas se intersecan y se apoyan.
Pero el camino hasta el punto en donde mi mente tiene conceptos financieros que no tienen nada que ver con un selector de CSS, me ha dejado muchas lecciones importantes que me han servido para complementar a ambas mentes.
Creo firmemente que, asà como las personas nos complementamos unos a otros, las dos mentes se complementan entre ellas y hallan conexiones entre ideas y conceptos que no tienen nada que ver, que permiten crear nuevas y mejores ideas.
En resumen, creo que no debemos dejarnos llevar por los conceptos de que una mente debe estar especializada en algo para ser alguien. Al contrario, una mente en realidad son dos, y ambas deben tener conocimientos tan bastos y amplios que sigan creando redes de ideas y conceptos que nos permitan incursionar en caminos aun más desconocidos y de mayor realización personal.